El amor es un concepto simple de escribir, pero difícil de definir, y es un reto para cualquiera, en especial para un filósofo . El amor no es la unión afectiva de dos personas, que sería amistad, sino una “comunión” o la fusión de dos almas, dos cuerpos y dos ideas complementarias. Para que sea posible esta comunión es necesario que la mente no haya indicios de falsedad e inconsciencia; el alma no tenga indicios de odio o cualquier forma de maldad y el cuerpo no tenga ninguna de dolor o estrés. Este es el estado que define la “felicidad”. Por lo tanto, el amor es el único camino que nos lleva a la felicidad. El efecto del amor es la ausencia de falsedad, maldad y dolor, por lo que sería un auténtico “mundo feliz”. Pero este mundo feliz es una utopía, porque solo puede realizarse en un estado en que no haya potencialidad de dolor, falsedad o maldad que solo es posible cuando nos despojemos de todo lo natural, material y de sus efectos de la cultura. Condición que solo podría darse después de la muerte, como descriven las personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte. El amor no puede ser compartido, porque es una comunión entre dos personas, pero amando a una estaremos amando a todas las demás. Este es el argumento de las religiones monoteístas, pues amando a Dios amamos a toda la humanidad. Amor propio, platónico y sexual No se puede calificar de amor lo que queda en un mismo, sin que se de la condición de la fusión de dos entidades distintas, el término adecuado es “autoestima”. En cuanto al amor platónico, es un inútil intento de librar el amor de las ataduras de la naturaleza. Esos lazos son los que justifican el amor sexsual. e justifican el amor sexsual.|